Para poder convencerte sobre si un vehículo realmente se adaptó no a lo que has estado buscando, no existe otra manera que no sea el hecho de poder probarlo. Solamente en el momento en el que el cliente se encuentra delante del vehículo en si podrá ser capaz de sentirse enamorado y finalmente poder centrarse en su adquisición. Desgraciadamente, existen algunos confesionarios en donde tan sólo nos deja montarnos, pero no podemos manejarlo… Lamentablemente, esto hace que las ventas se disminuyan en porcentajes importantes.
Esto tiene su razón de ser: existen muchos conductores que son maniáticos al volante y que necesitan unos coches con unas prestaciones específicas. Por ejemplo, hay algunos a los que no les gusta que la marcha atrás se encuentre en la zona superior en donde está la primera; puede ser que se hayan acostumbrado a que esta se ubique en el área en donde debería estar la sexta marcha.
En el momento en el que echa un primer vistazo al vehículo, comprueba que está todo correcto, pero no se da cuenta de esa pequeña manía hasta que llega el punto exacto en el que empieza conducir. Si ya ha comprado el vehículo, seguramente querrá devolverlo y esto generará muchos más gastos al confesionario en sí que el hecho de que desde un primer momento hubiera hecho las cosas correctamente.
Y todo esto para decirte que todos nuestros técnicos te recomendarán probar el producto antes de que puedas llegar a formalizar la compra. Sólo de esa manera podremos garantizarte al 100% que el coche es lo que has estado buscando. Ahora bien, con esto te queremos decir que no puede reclamar en tu vehículo ni mucho menos: en todo momento tendrás la enorme garantía de 10 años para poder solucionar cualquier problema asociado.